OPERACIÓN SANTA PATRICIA 4.0, AL BORDE DE LA CORNISA (525ª PARTE): EL CENSO Y MÁS (2).
Con un
nuevo video del Censo, vamos a dar a conocer en simples pasos, la labor de los
censistas, los supervisores y demases en el Censo, al estilo de la Operación
Santa Patricia.
El Censo
parte con la inscripción de los voluntarios en la página destinada para estos
efectos. Luego, comienzan las capacitaciones, las cuales se efectúan en los
lugares que cada municipio disponga en convenio con el INE para tales efectos
(si los municipios no lo disponen, el INE los designa en comunas cercanas).
Finalizadas las capacitaciones y el llenado de fichas, se designan supervisores
para cada grupo de voluntarios. Cuarenta y ocho horas antes del Censo, se
designa un local censal para cada interesado (pueden ser dos o mas por comuna),
donde cada censista debe llegar el día mismo del acto censal, una hora antes de
salir a terreno. El supervisor se presenta a los censistas para aclararles sus
dudas en el mismo local censal, ya confeccionada su lista y, pasándoles a cada
uno que llenó la ficha, un portafolios que contiene un manual, una guía, un
lápiz mina con goma y sacapuntas, 20 cuestionarios censales, una hoja resumen
(C2 para las zonas urbanas, o C3 para las zonas rurales), 6 hojas de citaciones
para el caso de las viviendas ocupadas con moradores ausentes a la hora de ser
encuestados, un portacredencial donde cada censista coloca su carné y el objeto
en el cuello, un fichero con autoadhesivos para pegar en la hoja resumen y en
los cuestionarios censales, otros dos ficheros con autoadhesivos redondos para
pegar en las puertas al término de cada acto censal, una hoja de direcciones y,
un mapa de ubicación F1, donde el censista debe ir transitando con el inmueble
a mano derecha y la calle a mano izquierda, salvo dentro de los edificios,
donde si bien se parte con el inmueble a mano derecha, el lado opuesto va
enfrentado al último en encuestar. En caso de que queden censistas fuera de la
nómina, éstos pasarán inmediatamente a la categoría de “comodines”, los cuales
pasarán a otro local o serán relevados a otro sector con las mismas reglas.
Cada
supervisor se lleva a su grupo de censistas a terreno, los cuales comienzan
encuestando las primeras tres viviendas antes de su primera corrección. La
encuesta parte con el llamado del censista a viva voz o golpeando la puerta, el
jefe de hogar le abre la puerta, el censista se presenta con su nombre y ficha,
el jefe de hogar puede hacerlo pasar para las preguntas que se formulan en
dicho cuestionario, el censista se las lee para que el encuestado las conteste,
se anotan los que integran el grupo familiar y los que alojaron la noche
anterior (se consideran guaguas, niñas, niños, adultos mayores y postrados) y
se hacen las preguntas por separado a cada uno (si son mas de 8 personas, se
requiere de un nuevo cuestionario con el miembro número 9 en adelante). Antes
de finalizar la encuesta, se pregunta si en la vivienda existe otra
independiente (si esto ocurre, se censa a los dependientes de aquella). Luego,
con todos los datos, se llena la hoja resumen, se pega el folio en cada
cuestionario y en la hoja resumen, se pega la calcomanía censal en la puerta
del inmueble y se despide amablemente del encuestado.
Ya con el
acto terminado en las casas, cada supervisor recibe los datos y el portafolio
completo, los censistas regresan al local censal, se van de colación, pasan a
la oficina del digitador que recopilará los datos, se despiden del jefe del
local y de su supervisor…, y se van satisfechos por su labor.
Ahora, les
contaré mi experiencia como censista: Me inscribí hace algunos meses en la
página del Censo como voluntario, me capacité el 13 de abril en el Duoc UC de
Maipú, reingresé a la página del Censo para ver mi local censal varias veces
sin resultados positivos, llamé al Fono Censo dos veces, nuevamente ingresé a
la página del Censo donde ya me dieron el local censal, asistí el 19 de abril a
la escuela Marcial Martínez de Ferrari (Paradero 37 de la Gran Avenida), quedé
de comodín porque no salí en la lista, me traspasaron a la Casa de la Cultura
de El Bosque (al lado del colegio antes mencionado), integré un grupo de 18
censistas supervisados por Verónica Navarrete, me tocó censar en la Torre B del
Condominio El Mirador (Gran Avenida 13.248), encuesté en 9 de los 12
departamentos que me asignaron (los departamentos 706 y 709 estaban desocupados
por venta o arrendamiento y el 707 estaba con moradores ausentes, por lo que
dejé una citación para el 21 de abril), me encontré con matrimonios bien
constituidos, una madre con su hijo, un hombre que vive solo, siete haitianos y
tres venezolanos. Tras censarlos y anotar los datos, de regreso al local
censal, oficina de la digitadora, jefe de local, supervisora, colación,
despedida y agradecimientos. Toda una jornada donde lo pasé genial.
En el
próximo capítulo, vamos a destrozar el Censo con sus desprolijidades, los
lugares que no pudieron ser censados, las excusas y todo lo demás.
Etiquetas: Nacional
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