martes, 8 de octubre de 2013

OPERACIÓN SANTA PATRICIA, NI AHÍ CON LOS FASCISTAS (CENTÉSIMO NONAGESIMOQUINTA PARTE).



  Con "Back to School" de los Deftones, iniciamos esta 195ª Parte de la Operación Santa Patricia, con un tema que en los canales amarillistas no se emite.
 Eran casi las 05:20 del 2 de diciembre pasado cuando la periodista de TVN, Scarlett Cárdenas, se dirigía a su trabajo. Durante el trayecto, en la esquina de Dublé Almeyda con Campo de Deportes, se percató que cuatro vehículos que transportaban propaganda electoral, transitaban a toda velocidad, pasándose las luces rojas. Sus ocupantes se encontraban eufóricos y descontrolados, gritando consignas de celebración. Por ese olfato reporteril que sólo entrega la experiencia, decidió anotar las patentes de dos de ellos.
Cuarenta minutos más tarde, la entonces candidata a diputada por Ñuñoa y Providencia, Marcela Sabat (RN) fue despertada por una llamada de su padre, el alcalde Pedro Sabat. Éste le informó que la sede de su comando había sido atacada por desconocidos, quienes ocasionaron destrozos avaluados en más de $ 7 millones.
La ahora parlamentaria llegó al lugar lo más pronto que pudo. Ninguna de las personas que cuidaban el local tenían mayores datos para identificar a los autores, porque todo fue rápido y violento; una “operación comando” donde participaron cerca de 30 individuos, uno de las cuales portaba una escopeta hechiza. Sin embargo, a veces las cosas se vinculan de manera misteriosa, porque la funcionaria de la municipalidad de Ñuñoa, Javiera Torres, recibió de parte de la misma periodista un llamado donde le informaba de los vehículos sospechosos: un camión blanco y una camioneta azul, y le entregó los números de las placas.
Golpes cruzados
Con los datos en la mano, los Sabat interpusieron una denuncia en la comisaría respectiva, mientras en el ambiente circulaba la versión de que el comando de Rodrigo Álvarez, había sido el responsabledel ataque.
La presentación se sumaba así a otra docena que, de manera cruzada, los partidos de la Alianza habían realizado en las últimas semanas, con amenazas de muerte incluidas.
Ya más tranquila, ese mismo 2 de diciembre Marcela Sabat entregó su versión a los medios: “Yo no me puedo llegar a imaginar que mi compañero de lista o algunos de mis contrincantes llegue a mandar un ataque de esta envergadura…”, dijo.
En la UDI la sombra de duda sobre el actuar de Álvarez cayó como un balde agua fría. El secretario general de la colectividad, Víctor Pérez habló de montaje. “No hay nada nuevo bajo el sol (ya que) en campañas anteriores ha habido acciones de esta naturaleza que después no son”, dijo.
Los dichos de Pérez obtuvieron la pronta respuesta de Pedro Sabat: “Si (Pérez) dice que es un esquema común en campaña, quiere decir que él lo ha hecho y está reconociendo que son prácticas comunes”.
Álvarez, en la misma línea, aseguraba que se haría parte del caso, “para esclarecer los hechos”, pero hasta el cierre de esta edición no ha presentado ningún escrito ante el Tribunal de Garantía correspondiente, como tampoco ha pisado la Fiscalía Oriente que se hizo cargo de la investigación.
Caída libre
La indagatoria quedó a cargo del fiscal Carlos Gajardo, quien sustanció junto a su colega Vinko Fodich, el caso relativo al uso de dineros irregulares en el cambio de mando de Lagos a Bachelet, denuncia presentada por el RN Nicolás Monckeberg.
Gajardo, como manda la ley, lo primero que hizo fue recibir la declaración de la propia diputada, quien confirmó los hechos, entregó los números de patente y culpó al comando de Álvarez directamente del ataque.
El fiscal siguió profundizando y dictó una orden de investigar a la policía civil a cargo de la detective Evelyn Reyes. Esta última, consultó las placas en la base de datos institucional, hallando tres nombres asociados: Eric Muñoz Fuentes, Claudio Moreno Aranda y Marcelo Meza Rojas.
Interrogado el primero, aseguró que su vehículo, una Toyota Hillux, le fue arrendada por un tal Víctor Arancibia. Señaló que si bien no estuvo presente el día de los hechos, sí trabajaba para Rodrigo Álvarez. Este último le pagaba entre $ 30 y $ 35 mil diarios por cuidar e instalar propaganda, sin que hubiera un contrato o emisión de boletas por estos servicios. Y pese a que apareció profusamente en todos los medios el ataque a Sabat, Eric Muñoz aseguró no haber escuchado ningún comentario sobre el incidente.
Distinto fue el testimonio de Claudio Moreno, dueño de un KIA Frontier. El sujeto aseguró que también fue contactado por “Víctor”. Dijo que no conocía sus apellidos, pero era claro hasta ese instante que se trataba del mismo “empresario de campañas” y que sólo podía agregar que le llamaban “Mandrake”.
“El 2 de diciembre fui citado por Mandrake para recolectar propaganda política de la candidata a diputada Marcela Sabat. Debía específicamente recoger sus palomas de la vía pública… la que finalmente sería destruida”, declaró.
Moreno, si bien reconoció haber estado en el lugar del ataque a prudente distancia, aseguró no haber participado materialmente en él, pero si huyó junto a los otros contratados por el comando de Álvarez una vez ocurrido el “atentado”. Marcelo Meza, en tanto, no aportó ningún antecedente.
El mago siniestro
De las primeras declaraciones se desprendía que el cerebro de la “operación” contra Marcela Sabat era Víctor Arancibia, el Mandrake. Los policías lograron ubicarlo el 10 de diciembre pasado.
El sujeto de  aproximadamente 40 años trabaja desde los 20 en el rubro de las campañas políticas con la derecha y la Concertación. Quien lo contrató para trabajar con Rodrigo Álvarez, fue el jefe de campaña de este último, el concejal de La Florida Rodolfo Carter, quien se ha caracterizado por singulares iniciativas en su comuna.
 Según Mandrake, Carter nunca le pidió que destrozara la propaganda de Marcela Sabat, ni menos que la retirara de la calle. Sin embargo, reconoció que en otra oportunidad lo había hecho “con otro candidato en la comuna de Quilicura” que no especificó.
Al ser consultado sobre las identidades de las personas que a su vez contrató para trabajar, sólo entregó nombres y apodos, señalando no recordar nada más, aunque se comprometió a entregar los celulares de sus “empleados”.
Reconoció que contrató los vehículos aludidos y también que fabricó las “palomas” para Rodrigo Álvarez, pero que no podía comprobar el hecho, ya que le pagaron “en efectivo, ya que esto no se informa como gastos de campaña, por lo que no emití ninguna factura o boleta”, dijo Mandrake. Todo era ordenado por Carter.
Víctor Arancibia Morales está en Facebook y mantiene la página webwww.mke.cl, donde entrega los detalles de la empresa de rayados -“Pintando Chile”, es su slogan- en la que participan “25 jóvenes amantes de su trabajo, gente responsable y sobre todo calificada para este tipo de proyectos”, al tiempo que exhibe fotos de sus rayados.
“Nuestro personal se encuentra a nivel nacional así que es posible hubicarnos (sic) cuando lo estime”, versa la presentación.
La policía contactó a Carter, pero este negó que mantuviera un vínculo contractual con “Mandrake”, pese a que fue consultado expresamente sobre el particular.
“Pega facilita”
La investigación entregaba las primeras luces de cómo se había realizado el atentado, aunque faltaban algunos detalles para engrosar la convicción del fiscal Gajardo.
Por esta razón interrogaron a Jorge Pinochet Jiménez (ver declaración anexa), dueño de una productora que trabaja para campañas políticas. Cuando estaba sentado frente al Fiscal Gajardo, se enteró que Carter lo sindicó como el responsable de contratar a Mandrake. Allí comenzaron a aparecer las contradicciones que evalúa el perseguidor, ya que Pinochet negó el hecho, asegurando que el jefe de campaña pagó y mantuvo el contacto permanente con “Mandrake”.
En todo caso, otra confirmación de que el comando de Rodrigo Álvarez estaba detrás del atentado a la sede de Marcela Sabat, aparecía el 6 de enero de la mano de Claudio Moreno, esta vez ante el fiscal Gajardo.
Yo lo que hice fue ir detrás de un montón de muchachos que iban rompiendo los carteles de la candidata Marcela Sabat y Jorge iba echándolos a mi camiónReitero que Mandrake me dijo que debía trabajar para retirar los carteles de Sabat. Me lo dijo con estas palabras: ‘la pega es facilita, teni’s que ir a Pedro de Valdivia ahí te van a echar carteles y de ahí teni’s que ir a botarlos a la pérgola de las Flores en Mapocho; facilito y te vai a ganar 40 lucas en dos horas”, declaró ante el fiscal Gajardo.
Este medio intentó en reiteradas oportunidades -a través de su asesor Pablo Santiago- obtener una versión de parte del actual subsecretario de Hacienda y ex presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Álvarez, pero no hubo respuesta.
¿Quién dio la orden de atacar la sede de Marcela Sabat y destruir su publicidad en las calles? ¿Mandrake y sus empleados actuaron por iniciativa propia?
En las próximas semanas, el fiscal Gajardo evalúa formalizar al menos a cuatro personas, con lo que la situación de varios de los interrogados podría complicarse más de la cuenta y no se descarta que también afecte a Cartes y al propio Álvarez.
  Como conclusión, las mafias están entre los mismos fachos de mierda que, contratan a delincuentes y a barras bravas para sembrar el terror en las calles. No se deje engañar y nunca vote por ellos..., porque los candidatos fachos y concertas, son cómplices y encubridores de los mismos delincuentes que ellos contratan. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...
 "¡ADIOS, ADIOS, ADIOS QUE TE VAYA BIEN, MY LOVE, MY LOVE. ¡QUE TE AGARRE UN CARRO, QUE TE PARTA UN RAYO Y QUE TE PISE UN TREN...!!.

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