miércoles, 21 de noviembre de 2007

EL INTRAOCULAR HECHO UN QUIQUE.

A este Purkuyenino le llegó la hora de operarse de una vez por todas de sus atrofiados ojales, esos que no se los veía desde que Helio Hernández Navia se los sacó con pinzas en el J. J. Aguirre la tarde del 17 de Octubre Purkuyén de 2001. De ahí que el campo visual de este Saiyayín de San Bernardo se iba a las pailas.
Pero llegó la hora de que el Nico Grau se pusiera las Duracell con el Quique Molina en el mes de Octubre Purkuyén del año recién pasado, le contara la papa de este metrosexual y decidiera que yo me controlara en el CDT del Barros Luco. Al mes siguiente, este pechito se quiso tirar a la piscina y se arriesgó con meterse a la aventura de operarse de los ojales, dando como resultado el IMPLANTE DE LENTES INTRAOCULARES.
La primera parte del implante, comenzó el 7 de Febrero -mismo día de mi cumpleaños número 34-, cuando este colocolino se preparaba con tutti para hospitalizarse y guardar camelia en el Trudeau..., pero camas disponibles no habían y había que madrugar al día siguiente. Entonces llegamos al jueves 8, con este Purkuyenino usando camisa de fuerza para cubrirse las presas, toda la buena vibra ante los matasanos, el camino al Pabellón, las gotas, el parche y los patos para mear en la sala de reposo. Y cuando la cosa no iba viento en popa, aparece el momento de cocinarse a la parrilla en el Pabellón: Las gotas para dilatar la pupila, el desinfectante doloroso en el ojal derecho, jeringa en la manopla ñurda, anestesia local..., y a operar se ha dicho. Después de las gotas y la abertura, llega el momento del lente implantado, cero julepe, las enfermeras que se lo gozaron y la operación que resultó súper exitosa. Ojo parchado, sala de recuperación, llega el Nico Grau, y pa' la casandra.
La segunda parte llegó el 21, con la misma cantaleta de la primera parte..., pero con el ingrediente de que era en el ojo que veía. Entonces, el Quique Molina entró a decirle a este metrosexual que tenía que hospitalizarse, pero pasó lo de las camas ocupadas. Otra vez al Pabellón, otra vez a la sala y otra vez a sufrir.
Anestesia en el ojo, y sin ver naipe. Paño en la zona a operar, abertura, corte, lente puesto y a la sala de recuperación. En fin, prueba superada, lentes dentro de los ojos y de alta.
No puedo imaginarlo. Realmente el equipo médico se pasó, la operación fue tremendamente exitosa, y la vida que me comienza a sonreir. Un cogollo aparte para las enfermeras Ana María Stanley, María José, Aurora, Tamara, Rosita, Marta, Loreto y Patty, las cuales son fanáticas del Botón de Panico. Y para los camilleros Gonzalo, Robert, Johny, el loco Juan y el dolape Luis. Realmente fueron geniales.
Y demás agradecer a Gloria, Marcela, Carola, Diana Fernández, Natalia, Sandra Garrido..., y al Quique Molina.

¡¡MUCHAS GRACIAS A TODOS...!!!.

Etiquetas: ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio