ANTONIO VESPUCIO LIBERTI, SACÚDETE EN TU CRIPTA (PARTE 6): EL DESCENSO Y LA GUERRA CIVIL.

Tras el descenso, comienzan a desencadenarse los atados dentro del ovalado Monumental del barrio de Núñez. Cuando el saquero Sergio Pezotta tenía registrado en su cronómetro el minuto 89 de partido, un grupete de simpatizantes transformó el luto "gallina" en una cruenta guerra civil, arrojando palos, camotes y hasta fierros a la pastosa desde el sector norte, como queriendo desquitarse con el guardapalos visitante, que en nada tiene que ver con los atados que tienen con sus propios alentados.
¿Cómo es que ocurrió la mansa cuatiquera...?.
Esto partió allato en Córdoba, cuando los millonarios se fueron de espalda el loro ante el mismo Belgrano por dos pepinos a cerapio (con pepas de Mansanelli -de penal- a los 26', y del "Picante" Pereyra a los 57') y, los barrabravas saltaron a la pastosa del Gigante de Alberdi rompiendo las rejas de contención y amenazando a los jugadores riverplatenses, hasta con irse a balazo limpio al pijama de madera, si es que se iban al descenso.
Dicho y hecho, los violentistas de la galucha no se aguantaron más la afrenta, sacaron sus garras y se las emprendieron contra Raimundo y todo el mundo. La mocha se fue a negro, mientras la gran mayoría de los hinchas, andaba igual que el Zalo Reyes -con una lágrima en la garganta- y lloraban a mares el descenso más increíble del equipo de la Banda Sangre, tanto o más que la ricura de la Jennifer Mayani cuando 13 de los 15 federicos le aforraron la feroz PLR con OPERACIÓN DANIA del dating show "40 ó 20".
Hemos dicho que Atilio Costa Febre, no se aguantaba más la rabieta para mandar a la zorra a los sátrapas que mandaron a la mierda a River Plate (Aguilar, Israel y otros hijos de la santa puta). Pero lo que nos convoca, es descasetear la feroz batalla campal que se avecinaba. El partido murió ahí.