INFIERNO EN LA TORRE 5: LA TRAGEDIA EN LA CÁRCEL DE SAN MIGUEL (PARTE 1).

El sistema penitenciario chilensis, está como el orto, ya que las cárceles existentes en esta Copia Infelíz del Edén, han sido diseñadas para una población de entre 600 a 1.200 reos. Las canas más sobrepobladas, se encuentran en San Miguel, Colina y en la Peni, el recinto canero más cochino de este terruño.
Loree. los condenados por la Justicia Ordinaria no la pasan para nada de bien, porque a la hora de pagar ante la ley, sufren tanto o más que las víctimas de sus estupideces y atrocidades. De eso se aprovechan los Gendarmes, seres vestidos de verde palta que tienen que lidiar los 365 días del año con patos malos más peligrosos que el macabeo del Nabih Chadud coqueteando con cualquier modelo tevita, tienen que hacerle al "rancho" (manyete canero), y hasta tienen que enfrentarse con amotinamientos ultra peludos. Esa onda.
El tema nos saca a colación los casos más fatales, como el motín de la Cárcel de San Miguel hace diez años, donde tras una riña que terminó en un incendio, 7 reos se fueron al pijama de madera. Tres años más tarde, 26 encanados murieron tras un incendio que sobrevino de otro motín en la Cárcel de Alta Seguridad de Iquique. Ya en el año 2007, un amotinamiento en la cana de Puerto Montt -dependiente del cuestionado SENAME-, terminó con varios muñecos en el ataúd. Y pare de contar.
Este año 2010, no podía ser tan durazno, que partimos el funesto 27 de Febrero con flor de terremoto grado 8.8 en la escala del otto Richter y posterior "marepoto" que hizo desaparecer bajo el agua a la costa. Seguimos en el norte, con 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad en la mina San José, los que se mamaron 69 días antes de ser sacados vivitos y coleando. No nos podemos olvidar de la Roja de Bielsa en el mundial trípode, de las peques peloteritas de la Roja Sub-15 que ganaron la medalla de orégano en Singapur, del peor espectáculo electoral en la ANFP, del chancacazo entre un bus y un camión que mató a 19 personas en la Autopista del Sol..., y por supuesto, de la celebración del Bicentenario, aunque el verdadero Bicentenario será en ocho años más.
Y ahora nos vino esto: Una riña entre reos primerizos que ocupaban las dos alas del cuarto piso de la Torre 5 de la Cárcel de San Miguel, terminó en un voraz incendio que, a las 04:40 horas, hizo saltar de la cama a los cara de palta, a los chicos buenos y, hasta a los vecinos del lugar, enclavado al oriente del barrio Lo Vial. Allí los 11 reclusos se pasaron de pirómanos, usaron un lanzallamas ordaca confeccionado con gas butano, quemaron cuanto colchón encontraban, y terminaron dejando la zorra, con resultados fatales.
El infierno de la Torre 5 era tal, que la causa principal de la funesta trifulca, fue que los 11 conchalepas-conchalepas querían correrle ventosa a otro precioso que les invadía ese territorio. Claro que los bellacos no tenían forma de escapar de la cuatiquera que ellos mismos armaron. Encerrados en ese módulo, y con las dos alas convertidas en un mar incandescente de fuego y gases tóxicos, la cosa era saber si aguantaban o se iban cortados, si salían ilesos o se quemaban a lo bonzo, o si estaban vivos o se iban a la tumba.
¿Resultado?... De 147 monicacos que estaban en esa torre, los chicos buenos sacaron a 66, todos como jaiba de quemados. Lo más lamentable de todo esto, es que 81 compipas murieron trágicamente, mientras que otros 200 fueron sacados del lugar de la zalagarda. De los 147 reos del cuarto piso de la Torre 5, 71 son del ala sur, y 76 eran del ala norte.
Eso da cuenta del hacinamiento que tiene ese recinto, que alberga hasta la fecha a 1.900 pericos que tienen más de alguna yaya con la Justicia, sabiéndose que el penal de San Francisco 4756 estaba diseñado para 1.100 reclusos, lo que indica una sobrepoblación del 72,73%. Y más que eso, las condiciones infrahumanas en que viven, y los constantes maltratos físicos y verbales que reciben de parte de los cara de paltas. Y pa' más recacha, habían 6 gendarmes para 1.900 reos. ¡¿Qué taaal...??!!.
Tras haberse desencadenado los hechos en la cana de Lo Vial, los familiares no tardaron en llegar para saber si sus wifes estaban vivos o muertos. La confusión reinaba entre la gente que se apostaba en ese lugar, tanto es así que el Intendente metropolitano Fernando Echeverría, se llevó un feroz camotazo que lo dejó hecho un membrillo colegial en su frente de paipa. Y peor aún, se filtraban los nombres de los 81 finados sin autorización de nadie, agregado a la versión de un Fiscal que habían otros dos finados en el Hospital Barros Luco, cosa que Don Tatán se la compró, pero el mandamás de los cara de paltas, Lucho Masferrer, le pegó la mansa ni que corregida, diciendo que eran 81 los muertos, y no 83, como se descaseteaba.
Aparte de los 81 reos que murieron quemados de una, resultaron heridos otros 14 encarcelados, que fueron trasladados al Barros Luco, a la Posta Central, al San José, al Sótero del Río, al Salvador, al Luis Tisné y a la misma posta del penal. Tres bomberos también resultaron con nanas.
La alarma de incendio se dió una hora después de iniciada la cuatiquera, mediante el celu de un reo, mientras se sapeó que los cara de palta impedían que los bomberos entraran a apagar el incendio que se veía desde la Panamericana Sur. Otro reo que estaba en el gimnasio, descaseteó a la radio ADN que los mismos gendarmes amenazaban a los reclusos con apaleamientos y torturas en el patio, en la enfermería y en las celdas de castigos. Un exámen de tufo, arrojó que los 6 gendarmes que estaban allí, andarían pasados a copete, cosa que de ser cierto, se viene la chorrera de PLR. Ah..., y un familiar chupeteó a la Radio Agricultura, que habían gendarmes que recibían y pasaban droga a los reclusos. Impresentable. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

"¡QUE SE MUERAN LOS FEOS..., QUE SE MUERAN LOS FEOS... ¡QUE SE MUERAN TODITOS, TODITOS, TODITOS, TODITOS LOS FEOS QUE SE MUERAN...!!!.

Pande el cúnico, los altavoces llamando en el perímetro a los familiares de los mozalbetes que cayeron preciosos por robos, asaltos y hasta venta de discos piratas en la calle..., y cuando entran los familiares, los cara de paltas hasta les cuentan que sus parejas están entre los finados. Pero si se trata de pelar, el guaripola comunal Julio Palestruje, peló que la Torre 5 era el lugar donde estaban los más peligrosones de la población penal. el diputado rabanito Hugo "Farandulín" Gutiérrez, le echó la culpa a los economistas, en vez de echar al agua al sistema penal que está como la callampa. Y en el oficialismo, no les quedó otra cosa que reconocer que estamos más atrasados que monja en apuros, que de nada servía el sistema de canelas concesionadas, y que los jueces también las tienen con cizaña.
La Fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, cachó al dedillo que Chilito lindo es el tercer terruño con más presos en el mundo. Descaseteó las horribles condiciones de hacinamiento que ocurren en las cárceles chilenas. Continuó la cháchara con la falla de la Reforma Procesal Penal, que no previó la mansaca que hoy quedó en la cana de Lo Vial. Y terminó diciendo que se va a acelerar la reforma al Código Penal.
Ahora, queda reflexionar sobre esta tragedia que despertó a todo un país que quería conmemorar el Día de la Vírgen, pero terminó transformándose rápidamente en el Día del Infierno en la Torre 5. Y que los gendarmes responsables de la seguridad en la Cárcel de San Miguel, paguen todas sus culpas, sea encerraditos o descharchetados. Ah..., y si se sabe que habían gendarmes asesinos en Lo Vial que tras la tragedia estaban apaleando y torturando a los presos, no me queda otra cosa que enviar la cuña al Gobierno, a la prensa y a todo lo que se refiera a Derechos Humanos, donde no me extrañaría que quede la mansa patá y se vayan con feroces PLR a los gendarmes. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

"¡¡HAY RUMORES DE GUERRA EN EL FUNERAL...!!!".