miércoles, 28 de noviembre de 2007

POR LA BOCA MURIERON LOS BRASUCAS.

La final del copete Libertadores, tuvo la esperada rivalidad entre bife chorizos y brasucas en La Bombonera. Y aquí en el YouTuFECH he tenido la gran oportunidad de gozar con una final que estaba realmente de cuco.
Los equipos de Boca Juniors (de Cachetonlandia) y Gremio (de Garotolandia), protagonizaron los primeros 90 minutos más cototudos que jamás se hayan visto en su perra vida. Los xeneizes formaron con el Mauri Caranta bajo los tres palos; el Negro Ibarra, el Cata Díaz, Morel Rodríguez y Clemente Rodríguez en la defensa; Nery Cardo-ooosssoooo, Ever Banega, Pablito Clavó un Clavito Ledesma y Juan Román Riquelme en el diome; el Rorro Palacio y el Loco Palermo, dejando de banqueros a los conchalepas-conchalepas Pogani, Matías "Ataque de Caca" Cahais, Tatatatán Battaglia, Dattolo, Checho Ortemán, Juanano Krupoviesa y Mauro Boselli. Los garotos formaron con el Tatán Saja en el arco; Patricio, William, Teco y Lucio en la zaga; Gavilán, Sandro Boiano, Diego Souza y Tcheco en el diome; Carlos Eduardo y Tuta allá arribita, dejando de banqueros a los monicacos Muriel, Schiavi, Lucas, Amoroso y otros tres compadres más.
Entonces, la mocha de ida partió con un ataque bostero en el minuto 4, dos ataques frontales de los negretes en los minutos 9 y 13, y el tiro libre del Juan Román, el cual habilitó al Rorro Palacio para que éste se la mande guardar al arquero, y abrir la cuenta en el minuto 18. Eso sí que el Loco Palermo estaba off side.
De ahí en más, comenzó el festival de goles perdidos en ambos arcos, Boca atacando bajo la batuta del Juan Román, Cardozo, el Loco Palermo y el Rorro Palacio, Gremio sin urdir jugadas de real peligro en el arco del Mauri Caranta...y el cotelé que empieza a bajar la intensidad.
El segundo tiempo fue a todo cachete en La Bombonera, con los pases magistrales del Juan Román, las cachañas del Loco Palermo, las subidas de los dos carrileros y los goles que se pierde el Rorro Palacio en el arco brasuca. En la otra trinchera, los garotos cacharon el mote, entraron a escurrirse en la zona defensiva boquense, pero se perdieron goles cantados. Pecaron de golosos, intentaron parar los circuitos xeneizes en el diome, pero se encontraron con una rogelia a los 57' por planchazo de Sandro Boiano al Juan Román. A los 73' se produce el tiro libre, donde el paragua Morel Rodríguez se la mueve al Juan Román, el cual remata haciéndole tremendo hoyo a la barrera, bate a Saja y provoca el delirio de las 46.000 personas que estaban presentes en el cotelé. A los 81', Souza dejaba con tiritón de pera a los centrales bosteros, y pilló nenenenenenervioso al Mauri Caranta, aunque la pelota se fue después al saque de arco. Y el desahogo llegó a los 89', cuando el Juan Román se floreteó con un tremendo pencazo que el Tatán Saja manoteó hacia el costado derecho de su arco, el Loco Palermo que la va a buscar, envía centro, Ledesma que cabecea hacia arriba, se enredan los centrales con el arquero, y el asopado de Patricio que no la despeja y se manda un estúpido autogol de cabezota, ante la mirada atónita de sus compipas. Con ese autogol, Boca Juniors empezó a jugar con el resultado de tres a cero, mientras que los garotiños terminaron tirando la toalla antes que el saquero tocara el pito para sentenciar el término de los primeros 90 minutos de la Gran Final.
A la semana siguiente, los brasucas juraron de guata al sol que iban a dar vuelta la tortilla en palacio, y que el marcador será de cuatro pepinos a cerapio. Pero se encontraron con un equipo ordenado en todas sus líneas, con el Juan Román dirigiendo la orquesta en el Olímpico de Porto Alegre, y con el inesperado ingreo del flaco Schiavi en los brasucas. Sin embargo. Riquelme entró vivito y coleando, se matriculó con los dos golazos de la noche y situó a los bosteros como papás monos de América... y del mundeli por historia.
Tras el partido de los brasucas con los bife chorizo, el comentarista garoto Milton Neves -considerado como el Bonvallet de Brasil-, efectuó un entierro simbólico al Gremio, porque en los dos partidos finales cayeron de espalda el loro por cinco pepinos a cerapio en el global, para burlarse del ataque charcha que ellos tuvieron ante la bosta y, de la defensa flaitonga que mostraron tanto en Baires como en Porto Alegre. El mismísimo Neves caricaturizó a ese equipo, dejó como fiambre a Mano Meneses, y les metió flor de embudo a los que andaban jurando que se iban a recuperar de la frisca que sufrieron en La Bombonera la noche del 13 de Junio Lex. O sea, una cosa es abrir la boca, y la otra es saber mover la de cuero ante el respetable.
Así se acabó la Libertadores 2007, que mostró una final tan fácil como la que en teoría no se hubiese mostrado. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así, así...

"¡ADIOS, ADIOS, ADIOS QUE TE VAYA BIEN, MY LOVE, MY LOVE.¡QUE TE AGARRE UN CARRO, QUE TE PARTA UN RAYO Y QUE TE PISE UN TREN...!!".

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