OPERACIÓN SANTA PATRICIA 2.0, EL REGRESO (358° PARTE): DESASTRE EN EL NORTE (1).
Con "Ameno" de Era, iniciamos en esta Operación Santa Patricia a contar la pulenta sobre el devastador aluvión que dejó al Norte de Chile sepultado en el barro. Y no solo vamos a hablar del aluvión natural, sino que también del aluvión social, las responsabilidades gubernamentales y mucho paño que cortar.
Todo parte en Gringolandia el día 22 de Marzo Monumental, cuando los meteorólogos se ascurrieron altiro y avisaron que en el Norte se venía un frente de mal tiempo con aluvión incluido, pero como sucede siempre con los corruptos que gobiernan este país, ni los pescaron e hicieron callar a los meteorólogos de forma despiadada.
Llegamos entonces al 24 de Marzo Monumental, con lo que efectivamente pasó entre Antofagasta y Monte Patria y que los gringos habían advertido. Un aguacero de aquellos, comenzaba a caer sobre las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, seguido de un aluvión de piedras, barro, sedimento y hasta basura que a partir de las cinco de la madrugada colapsaron ríos y quebradas, para luego inundar aldeas, pueblos y ciudades, causando mucha alarma entre los parroquianos.
En poco más de doce horas, las ciudades de Taltal, Chañaral, Diego de Almagro (ex Pueblo Hundido), Copiapó, Tierra Amarilla y Alto del Carmen, mas los poblados de El Salado, Paipote, San Antonio y San Félix, quedaron flotando en el agua y sumiéndose en el barro. Hogares, plazas, calles y avenidas, quedaron totalmente anegadas y hasta se podría decir, convertidas en gigantescos lodazales, cosa que se mostró al día siguiente cuando Antofagasta entró en estado de alerta máxima.
El 25 de Marzo Monumental, el río Salado arrasó con todo Chañaral, dejando la mansaca por todas partes, provocando pérdidas cuantiosas y hasta el alcalde de esa comuna, Tito Volta, perdió su casa producto del funesto aluvión, por lo que tuvo que irse a un albergue junto con otros 14 mil compipas que símplemente la sufrieron y la lloraron a mares. En el poblado de El Salado, el techo de un cuartel de Bomberos, fue escenario de la supervivencia de once pericos que estóicamente se aguantaron el aguacero, pero que vivieron en carne propia cómo el río Salado les sepultaba las esperanzas. Diego de Almagro realmente fue hecho mierda por el aluvión, dejando una estela de desolación total, con damnificados, albergados, falta de luz y de agua. El campamento minero de El Salvador se vió completamente aislado y con el suministro de agua limitado hasta el 31 de aquel mes, fecha en que ni siquiera los jugadores de Cobresal se podían bañar después de entrenar antes de la mocha con Colo Colo en la Ruca Monumental.
En en siguiente capítulo, vamos a actualizar el drama humano de Atacama, porque aquí nadie está solo en estos momentos.
#FuerzaAtacama
Etiquetas: Nacional
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