miércoles, 23 de febrero de 2022

OPERACIÓN SANTA PATRICIA 5.0, LA PANDEMIA INFORMATIVA (598° PARTE): MAITENCILLO Y LA CARRETERA DE LA DISCORDIA (3).


  Con un vídeo de la zona turística de la República de Maitencillo, seguimos sacando arena y agua de mar en esta Operación Santa Patricia, que trae más aventuras y desventuras por doquier.
  No todo es llegar y felpearse al maracuyá del José Uribe y sus patanes en el sitio 5 y 5A de La Lengua del Médano y dejarlos en completo ridículo con la ayuda de los siete caballos del Pihue. El dúo de espartanos integrado por José "Máquina" Romero y este metrosexual, no pasaron hambre ni frío en casandra bautizada como "Leppelandia II", pero a la hora de salir de la rutina, con lo que llegaba partieron "a patricia" a comprar al Unimarc de Puchuncaví, lugar donde este metrosexual aprovecharía de comprarse una afeitadora y, como este pechito es soltero y piti, le cierra un ojo a una puchuncavina que tenía unas callaguaguas así de grandes y unos ojos que dejaban lona a los más desprevenidos. Y el Romero comprando bebidas, jugos, chorizos y otros productos, hasta que una cajera casi lo deja loquito.
  Otro día, cuando este pechito tenía que recibir el pago de su pensión básica solidaria en su Cuenta Rut, los dos conchalepas-conchalepas llegaron a la pequeña Plaza de Puchuncaví para pasar a la sucursal de Banco Estado, ubicada al lado del municipio. Tras la transaca de este metrosexual, partieron a la Ferretería Higuerillas a comprar alambres para hacer el cierre perimetral del sitio 5 para que el maracuyá del José Uribe y los malvados Vial no se aparezcan ni a palos por el área. Sin embargo, hay algo que José Romero andaba echando de menos y, no es una cosa sino varias: Sus pastillas, su entorno en Paine, su cleta y, a la Tamy Ayala.
  Al fin de semana siguiente, saliendo desde La Lengua del Médano hasta el Boldo del Pangal por un camino arenoso convertido en una montaña rusa, un paseo por el pueblo de Puchuncaví. Pero días antes, otra compra en el Unimarc de Puchuncaví y, con linterna incluida. Ahí fue donde a Ximena Leppe se le ocurrió el tema de instalar las mediaguas en la zona de Maitencillo para el "Máquina" Romero y también para este semental Purkuyenino, cosa que al primero como que no lo convencía, pero si a quien les escribe. Y no sería nada de descabellado, porque la "Correcaminos de Buin" quiere mudarse a la zona, trabajar en lo que hace (es profesora) y, quién sabe.
  Pero hubo un hecho que marcaría para siempre la estadía de este dúo de espartanos en la República de Maitencillo:
 Resulta que, con $20.000 que le llegaron a este colocolino en su Cuenta Rut, tenían que ir a comprar mercadería al supermercado Líder de Maitencillo, ya que este Purkuyenino es socio del Club Líder. Con la ayuda de los maestros que estaban armando la casandra de unos vecinos, se llegó a dicho supermercado para comprar carne, bebidas, cecinas, queso, pizzas y otras cosas. ¿Qué pasó en el intertanto?. Que mientras el "Máquina" Romero se tentó mucho comprando más del doble de lo que se pedía, a este semental no se le ocurrió nada mejor que echarle flor de miradita a una reponedora crespa que después lo quiso seguir por los pasillos, seguido de que una señora rubia y también crespa se le cruzó en otro pasillo y hasta se saludaron (ahí se nota que la debilidad de este metrosexual son las mujeres crespas); y tras todas las desventuras vividas, llegamos a una de las cajas donde el maestro nos estaba esperando. ¿Qué pasó?. Todo lo que se compró, excedió por más del doble la cantidad con la cual se debió comprar. Ahí el maestro le craneó a José Romero que, le iba a salir más de 50 lucrecias todo lo que salió de la compra, mientras una cajera también crespa y guapa pasaba los productos por la máquina y, este metrosexual miró la pantalla y le dijo a la cajera "¡Paremos aquí, porque salió mucho!" (ya la pantalla marcaba sobre 34 mil machacantes, cuando este pechito tenía 22.900 pesacotes en su Cuenta Rut). Es ahí donde al petizo le dió la chiripiolca y tuvo que ser controlado por el maestro, mientras este pechito resolvía el tema con la guapa cajera, lo que al final terminaría con la reducción de productos y la compra final con un monto de 21.460 piticlines. Ya con el maestro controlando a un José Romero que ya tuvo un episodio similar un año antes en Paine, finalmente este Saiyajin del Transantiago le tiró un piropo a la cajera, que después quedó loquita para toda la vida. Ahí está el Matador de Maitencillo y todavía lo siguen buscando las trabajadoras del Líder de Maitencillo.
  Y el otro hecho a considerar, es la invitación que los maestros de la construcción les hicieron al parcito para comer, tomar y pelar dé lo lindo. Y por si las moscas, cuando el "Máquina" Romero se fue en su chancha a comprar al Unimarc de Puchuncaví y ya estaba en la caja, una de las cajeras del local lo vió mas transpirado que hipopótamo con anorexia, le quiso hasta sacar la polera y bañarlo para que anduviera con una polera más limpia. Dicen que la cabra era rucia.
  Así terminan las aventuras y desventuras del par de discapacitados pero no weones, que siendo capaces de corretear a una tropa de malvados que querían expropiar un terreno que no es ni de ellos, fueron también los vampiros de los supermercados, Romero arrasando con la mercadería y, este metrosexual arrasando con las mujeres. Tal cual.

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