lunes, 6 de mayo de 2024

OPERACIÓN SANTA PATRICIA 6.0, MERLUZOS AL PODER (704ª PARTE): VIOLETALOA.



  Tomamos una nueva Trinchera Cubierta, porque aquí viene un caso que remece al fútbol chileno, donde nueve ex cadetes de Cobreloa (dos de ellos jugando en el primer equipo), fueron chupeteados por violetas en la Casa Naranja, en la ciudad de Calama. Y es por eso que, Operación Santa Patricia los tiene en la mira para subirlos y bajarlos a toditos en la fila, no sólo a los nueve violetas, sino que también, a los dirigentes de ese club por ser tan giles y no darse cuenta de que sus muchachines se estaban pasando películas con una jovencita, manoseándola, haciéndole sobajeo sin su consentimiento, pasándose al litro con la mina, llevándosela tanto al WC como a la cama y, peor aún, violándosela estos desgraciados. ¡Qué espanto!.
  Loree. Nueve jugadores de la cantera de Cobreloa, se fueron detenidos para enfrentar una formalización el pasado viernes, por su presunta participación en una violación grupal en contra de una joven, un hecho ocurrido durante el año 2021 en la Casa Naranja, una instalación del equipo deportivo de la ciudad de Calama, en la región de Antofagasta, 1.570 kilómetros al norte de Santiago de Chile.
  Dos de los deportistas arrestados forman parte del primer equipo de la escuadra calameña. El resto había salido del club para integrar los planteles de equipos profesionales de las ciudades de Osorno y Santiago. Los arrestos, que se ejecutaron este jueves, se concretaron en las respectivas zonas en las que los imputados residían. La audiencia en donde se dieron a conocer los cargos que pesaban en contra de estos pelafustanes, se realizó a puertas cerradas, sin el acceso a la prensa, luego que el Juzgado de Garantía de Calama determinara la alta sensibilidad de los datos expuestos por los intervinientes. La Fiscalía ha solicitado la prisión preventiva para todos los involucrados.
  La acusación se remonta al 16 de septiembre de 2021, cuando la víctima —de entonces 18 años— fue invitada por un amigo a una fiesta al interior de la Casa Naranja, un recinto en donde viven los futbolistas juveniles de Cobreloa. En la celebración, los pasteles se fueron de copete y drogas. De acuerdo al relato de la denunciante, un grupete de nueve jugadores, habrían aprovechado la ocasión para abusar sexualmente de ella. Los acusados son Óscar "Mueve la Raja" Ramírez, Cristóbal "Sip Sup" Saravia, Jhan Góngora (de origen colombiano), Rivaldo "Pata de Hacha" Hernández (juega en el primer equipo), Nicolás "La Maiga" Navarro, Patricio "Calila" Romero, Lucas "Mojojojo" Román, Joaquín "Guarén de Acequia" Agüero y Luciano "Tapón de Artesa" Parra (juega en el primer equipo).
  La mujer afectada, dijo que realizó la denuncia ante las autoridades y que en la revisión médica se determinaron los signos de violencia sexual en su contra. Sin embargo, ella aseguró que los funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) que debían tomar su acusación, la llamaron a desistir. El caso no avanzó y los acusados siguieron en la institución deportiva. La indagatoria se reactivó en octubre de 2023 tras la publicación de un reportaje del medio digital El Ciudadano, que recogió el testimonio de la afectada y que denunció la inacción del equipo de fútbol para abordar el tema. A ello se sumó la intervención de la comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, que empujada por la diputada independiente de izquierdas, Marisela Santibáñez, convocó a una comisión investigadora especial, que debe determinar las responsabilidades de los diversos organismos involucrados en el tratamiento de la denuncia.
  Aunque la audiencia de formalización se realizó de manera hermética, los medios de comunicación local lograron acceder a algunos detalles de la imputación a estos pasteles. Los informes de Brigada Investigadoras de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI) y del Ministerio Público señalan que de los nueve futbolistas detenidos, ocho habrían cometido la agresión sexual directa contra la víctima, mientras que uno de ellos participó grabando los hechos. También se consideraron como pruebas los reportes médicos y los peritajes físicos a los que se sometió la víctima, los que ratificaban las huellas del abuso, según lo publicado por el diario La Tercera. Simplemente, estos mequetrefes, no sólo pasarán un buen rato en la capacha, sino que también, se les acabará la carrera por pánfilos, por violetas y por weones. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...
 "¡NADIE TE QUIERE, TODOS TE ODIAN, MEJOR COMETE UN GUSANITO...!!".

  En marzo pasado, Cobreloa entregó los resultados de una investigación desarrollada por un equipo externo de abogados, la que descartó los hechos denunciados (muy grave). Tras el arresto y la formalización de los nueve pasteles, el club debió dar un giro y suspender a los acusados hasta que se cierre el proceso penal en su contra. La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), el organismo que administra el fútbol profesional chileno, ha dicho que ejercerá todas las acciones para aplicar las sanciones deportivas correspondientes en contra de los imputados (¡Saaaaaa...!!). “Esta asociación reitera su total disposición a colaborar con la investigación en curso, a fin de que se esclarezcan los graves hechos denunciados y se aplique el máximo rigor de la ley en contra de quienes resulten responsable (¡Saaaaaa...!)”, señaló la entidad en un comunicado.

  La aparente inacción de los dirigentes de Cobreloa (encabezados en ese entonces por el tarúpido de Fernando "Paolita" Ramírez y sus patanes), ha llamado la atención de las autoridades del Gobierno. La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, ha destacado la suspensión de los jugadores acusados, pero ha cuestionado las acciones del equipo desde la presentación de la denuncia. “En primer lugar, hay un club que se ha resistido mucho a admitir que acá hay un problema, hace dos semanas decían otra cosa; [en segundo lugar] un tipo de delito muy difícil de configurar y que involucra mucho pacto de silencio; y en tercer lugar, al parecer una primera acogida que no fue la correcta”, ha declarado la autoridad en una entrevista al canal de noticias 24 Horas.
  La investigación, conocida por los medios de comunicación como La manada de Cobreloa por su parecido con lo ocurrido en San Fermín en España, ha golpeado a uno de los equipos de fútbol más ganadores de la liga chilena. Tras Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica —clubes que son llamados grandes por sus múltiples logros deportivos y su alta convocatoria de aficionados—, el equipo de Calama es el que más veces ha conseguido el torneo nacional con ocho títulos. La institución, que se fundó en 1977 al alero de la mina de cobre de Chuquicamata de Codelco, disputó las finales de la Copa Libertadores en 1981 y 1982. Durante las últimas décadas la escuadra loína vivió una profunda decadencia, la que la hizo descender a la Primera B (segunda división) en 2015. Retornó a la primera categoría del balompié local durante esta temporada.
  Ahora que ya sabemos cómo fue el pastelazo de estos nueve violetas que andaban pasados a copete y drogas y, que abusaron sexualmente de una minoca en la Casa Naranja, sin que nadie supiera nada, las sanciones deberían ser mucho más duras, no sólo para estos nueve pasteles, sino también para el club loíno, que después de haberle ganado a Colo Colo en la Ruca y burlarse en los camarines, se llevaron una goleada como local ante el Audax Italiano por 3-0, una feroz paliza de 6-0 en Chillán ante el Ñublenchester y, ahora se fueron de guatazo ante Everton de Viña del Mar como local por 2-1 (con autogol incluido). Esas sanciones deberían ser:
  1. Castigo de por vida para los involucrados.
  2. Los nueve violetas no podrán jugar nunca más al fútbol profesional o en el amateurismo.
  3. Emiliano Astorga, PLR por negligencia grave.
  4. Los dirigentes involucrados, no podrán presentarse nunca más a elecciones en su club, menos dirigirlos y, tampoco podrán asistir a los Consejos de Presidentes (de por vida).
  5. Si es más grave aún, descenso de categoría de Cobreloa, de manera inmediata (con resta de puntos donde actuaron dos de los nueve pasteles), o mucho más grave aún, su desafiliación, por lo que tendrán que pedir su reinserción en la ANFA contado un año después de su desafiliación.
  Y con eso, que nunca más pase lo que pasó en Cobreloa. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡QUE SE MUERAN LOS FEOS..., QUE SE MUERAN LOS FEOS... ¡QUE SE MUERAN TODITOS, TODITOS, TODITOS, TODITOS LOS FEOS QUE SE MUERAN...!!".



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