miércoles, 15 de mayo de 2024

OPERACIÓN SANTA PATRICIA 6.0, MERLUZOS AL PODER (711ª PARTE): DELINCUENCIA MUSICAL.



  Con la canción "Odio el reggaeton", de los metaleros ecuatorianos Ayawaska, salimos de este tremendo Túnel en la Ruta para regresar a la Trinchera Cubierta de la Operación Santa Patricia y, destrozar al reggaeton y sus derivados.
  Desde que existe el reggaetón, hemos escuchado gente que le hace crítica desde todo punto de vista, algunos aseguran que no es música, otros que es una “mierda”, algunos se dejan decir que es música sólo para personas de dudosa reputación. Por otro lado, hay otros lo defienden, lo justifican con buenos argumentos y además de ello tiene millones de seguidores en todo el orbe y es una realidad de que suma cada vez más fans y ha demostrado que no es una moda de temporada, ya que sea para bien o para mal, ha evolucionado y se ha ido fusionando con otros géneros musicales.
  Pero, como somos muy críticos en la materia, dejaremos bien en claro el porqué hacemos mierda a esta aberración de género musical. Aquí preparamos un decálogo con las razones por las cuales hay que dejar de escuchar esa mierda que se llama reggaeton: 

 1. Sexo explícito: No hay lugar para el doble sentido, todo se dice, y por lo tanto, promueve la grosería y obscenidad, protagonizada, casi siempre, por un machazo capaz de satisfacer a muchas mujeres, de tener sexo en grupo, o de recibir dinero a cambio de su poderosa libido. De este modo, el reguetón provoca un proceso de transferencia de excitación que incita al comportamiento hipersexualizado.
 2. Son machistas, misóginos o portadores de violencia de género: Según estas letras, la mujer es siempre fácil, perra o puta, por llamar las cosas por su nombre. Es domesticada, maltratada, sometida, fácilmente seducida para el adulterio o el sexo en grupo. Además se sugiere que todas son masoquistas y adoran el ultraje, sugerido tácitamente mediante el perreo.
 3. Provoca enormes perjuicios en los niños: Incapaces de comprender las alusiones sexuales, los niños impostan el baile, el lenguaje, la actitud, y a la larga se crían machistas consumados, prostitutas adictas al maltrato, y cuando menos, acceden a situaciones evidentemente sexuales antes de tiempo, y así crece el embarazo en la adolescencia, o se favorecen los modales reguetoneros en tanto sinónimos de hombre de éxito.
 4. Propone conductas materialistas, consumistas: los modelos de éxito se basan en atributos físicos, en un modo de vestirse y de vivir que, muchas veces, son inalcanzables: carrazos, mansiones, lujo estridente… Porque además, se impone una valoración de las mujeres, y hasta de los hombres, a partir solo de su capacidad para relucir, para llevar muchos adornos dorados y brillantes, y vivir una vida loca, de constante placer y comodidad.
 5. Crea adicción fácil, a veces irreversible: Es el equivalente musical de las drogas o la pornografía, de modo que resta tiempo y mengua la inteligencia, cuando el joven se dedica, horas y horas, a través de tablets y smartphones, a buscar listas interminables de los reguetones más escuchados, un vídeo detrás del otro, todos adormecedores e idénticos.
 6. Repetición que hipnotiza y embobece: La fórmula, la base rítmica e instrumental es la misma en la inmensa mayoría de las canciones, donde cambia más o menos la letra que se coloca sobre un background preconcebido.
 7. Autoriza la desafinación e impone las voces mal timbradas: estimula la existencia de cantantes que no lo son, de compositores sin educación musical ni talento, y de música mecánica, sin alma.
 8. Incentiva el pésimo lenguaje: Propaga, como si fueran virtudes, el tartamudeo, la gangosidad, las elocuciones circulares y repetitivas, las limitaciones de vocabulario y de “ideas” musicales, temáticas, coreográficas.
 9. Promueve actitudes delictivas, marginales: el comportamiento de los reguetoneros, en la constante autopromoción de su privacidad, incentiva la paternidad irresponsable, el maltrato y la grosería, la prostitución masculina y femenina, el intercambio de insultos a cuál más grosero, el sexo con adolescentes inexpertas, los asaltos a mano armada, los robos, las violaciones, los enfrentamientos entre bandas criminales en las poblaciones… y otros episodios delictivos que inundan ciertas páginas de internet.
 10. Arrincona y suplanta géneros musicales mucho mejores: En Cuba los jóvenes están dejando de bailar y disfrutar el son y la rumba, la timba y el bolero. Todo se lo traga el reguetón con su irrelevancia machacona e inculta. Y que me perdonen los pocos artistas que cultivan el género. Ellos ni siquiera tienen que darse por aludidos.

  En Chile, el reggaeton es muy escuchado por jóvenes y adolescentes de barrios marginales, pero lamentablemente, son fuente para el crimen organizado. Muchas de sus letras, como señalamos en el punto 9, han sido factores para considerar a este género musical como un género pobre, marginal, desclasado y bajomundista. O sea, esto no es otra cosa que delincuencia musical, que la gente de más edad y criterio musical detesta.
  Por culpa del reggaeton, hemos venido viendo en este último tiempo, muchos episodios de criminales circulando por barrios, poblaciones, sectores comerciales y otros. Así mismo, muchos extranjeros indocumentados, se han metido en la delincuencia organizada, creyéndose más chorizos que los propios chilenos que delinquen. Y por todo esto, es que los chilenos honestos ya no toleran más a estos indocumentados que traen cultura basura y, con jóvenes perdidos en la droga, causan cientos de problemas.
  No más reggaeton, menos delincuencia organizada y musical.




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