domingo, 3 de marzo de 2024

OPERACIÓN SANTA PATRICIA 6.0, MERLUZOS AL PODER (652ª PARTE): LA TOMA DE LOS MASISIS EN EL TRÉBOL DE CAMINO A MELIPILLA..



 Y seguimos con el tema de las tomas de terrenos, en esta Trinchera Cubierta de la Operación Santa Patricia. Esta vez, saliendo desde la toma de terrenos "Nuevo Amanecer de Cerrillos" por la Avenida Salvador Allende hasta Avenida Suiza y, de ahí por todo lo que se llama Camino a Melipilla hasta el Cruce de Pajaritos, en la comuna de Maipú, lugar donde una patota de inmigrantes haitianos, llevan tomándose un terreno que, a todas luces, es muy peligroso por el constante tránsito de vehículos y de trenes en la zona que vamos a describir.
  Se trata del campamento "Vicente Reyes", un paño que se separa en diferentes secciones a saber:
 * Sección Ferrocarril, paño donde hay casas de material ligero construidas a la vera de la vía férrea hacia San Antonio, las cuales dificultarán los trabajos de instalación de vías y rieles para el Melitrén (o Tren Alameda Melipilla) que tienen fecha de inicio de trabajos para el 2025 y, para funcionamiento entre el 2026 y el 2027.
 * Sección Santa Marta, paño donde hay casas de material ligero montadas entre sí, las cuales se ubican en el sector sur del enlace de Pajaritos, entre éste y la calle Santa Marta frente a la Good-Year, zona de sacrificio de la comuna de Maipú.
 * Sección Camino a Melipilla, paño donde hay casas de material ligero, ubicadas a ambos lados de Camino a Melipilla, entre el enlace de Pajaritos y el enlace de Alberto Llona, que resultan ser de un alto riesgo para las personas.
 * Sección Luna de Haití, paño donde hay casas de material ligero, construidas por familias haitianas en el sector formado por las calles Alberto Llona y Vicente Reyes. Es el sector fiscal de la toma de terrenos.


  Fue en el año 2017, cuando comenzaron a llegar las primeras familias haitianas al terreno ubicado entre Alberto Llona y Vicente Reyes. Han pasado seis años y algo más desde que se asentaron en ese lugar, donde actualmente viven 88 familias masisis y 72 menores de edad. El terreno utilizado es del Ministerio de Bienes Nacionales, organismo que está en proceso de traspasarle el sector al Serviu, para que se implemente el Plan de Emergencia Habitacional, impulsado por la administración anterior. Esta es una crónica de cómo viven las familias actualmente y las escuelas que hay para los niños del sector.
  El campamento Vicente Reyes de Maipú, bautizado como "Campamento Masisi", porque la gran mayoría son haitianos. Ese fue el destino que un grupo de migrantes haitianos, en busca de un lugar para asentarse, definieron en 2017 para construir, con placas de OSB y metales, lo que serían sus nuevos hogares. Han pasado casi siete años desde su llegada y la toma, que comenzó con ciudadanos del país caribeño, se mantiene y es conocida popularmente como Luna de Haití. Según las estimaciones de quienes residen ahí, hay más de 88 familias haitianas y alrededor de 70 menores de edad.
  Se trata de un asentamiento informal ubicado en un terreno entre las calles Alberto Llona y Vicente Reyes. Por las mañanas no hay mucho movimiento. A las 10.00 horas del último martes de mayo solo se ven a algunos residentes que salen a comprar a los almacenes del barrio para desayunar, mientras pasan dos camiones ofreciendo balones de gas por altoparlante.
  También hay otros negocios, como barberías y salones de manicura, pero aún no abren sus puertas.
  Anase, migrante haitiana de 39 años, comienza a trabajar desde temprano. En la vereda que colinda con su casa, instala todos los días un toldo azul y colgadores con prendas de vestir. No habla bien español, pero con dificultad explica que hace cinco meses llegó al campamento y vive junto a su esposo y tres hijos. Entre ellos hablan en lengua criolla, como lo hacen la mayoría de los habitantes del campamento que nacieron en Haití.
  Al entrar a la toma "Luna de Haití" -ubicada al interior del campamento Vicente Reyes en la que también viven ciudadanos de otras nacionalidades-, lo primero que se ve son autos y casas de diferentes colores y tonalidades.
  En medio de ese espacio está la sede del Comité Migrante para el Desarrollo Social de la Vivienda. Un proyecto impulsado por Techo Chile y Enel, mediante el cual también se proveyó al campamento, en 2021, de conexiones eléctricas.
  El comité está a cargo de Octavio (55 años), uno de los primeros migrantes haitianos en asentarse en el campamento. Llegó en 2017. Para ese entonces, recuerda, vivía un grupo de chilenos que les cobraban 80 mil pesos a los extranjeros por arrendar una pieza que ellos mismos habían construido. Esa dinámica se mantuvo por varios meses, hasta que un día -dice- llegaron funcionarios de la Municipalidad de Maipú al asentamiento informal.
“La gente de la municipalidad entró al campamento para hacer reuniones. Cuando llegaron nos dijeron que no teníamos que pagar arriendos por las piezas, porque los que nos cobraban no eran dueños del terreno. Pero, si no les pagábamos nos cerraban las puertas con clavos y se generaban pleitos“, recuerda Octavio.


  ¿Qué pasa en la actualidad en el campamento Vicente Reyes?. La Muni de Maipú y la organización Techo, han hecho los esfuerzos con los comités creados en el Campamento Masisi para que, no sólo no se produzca el crecimiento de los habitantes, sino que también, no se revendan los terrenos de manera ilegal. Si vemos físicamente cómo está la cosiaca, basta contarles que, al igual que en el caso de "Nuevo Amanecer de Cerrillos", hay casandras de material ligero construidas en callejones de tierra, más algunas que van juntas en una línea bajo el paso nivel del trébol de Pajaritos, lugar donde el paso de los chiqui-chiqui chiqui-chaca cargueros se confunde con los camiones de alto tonelaje que dejan la mansaca en el Camino a Melipilla y, peor aún, hay un canal que pasa por el sector y, con riesgo de desbordarse cada invierno. Agregue que, la autoconstrucción de casas de dos pisos en el paso nivel es brutal, se cuelgan de la electricidad de forma ilegal y, tienen que ir a sacar agua de otra parte. Esa onda.
  Aparte de los masisis, en esta verdadera ciudadela también viven venecos, cafeteros y merengueros y, es ahí donde comienza el terror para quienes viven en el barrio Pajaritos Sur. Estos extranjeros, al igual que en la toma de Cerrillos, se compran autos lujosos, andan con plaplipla en los bolsillos para construir, arman restaurantes, tiendas y otras cosas..., pero también son buenos para agarrarse a tunazos durante la noche, así como para hacerle al cogollo morado, a la caspa del diablo, al tussy, al copete y al sexo con sangre, sumado a que, en donde estaba el mítico "Chancho con Chaleco" de Pajaritos con Nueva San Martin y, en el mismo paso nivel, se enfrentan bandas de patos malos que dejan la zorra durante altas horas de la noche, con el resultado de que la barra pop no puede siquiera dormir tranquila. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡¿POR QUÉ NO SE VAN..., NO SE VAN DEL PAÍS...?!!".


  En el mismo Campamento Masisi, pero en la Sección Santa Marta, una mafia compuesta por cinco colombianos, se ha dedicado a vender terrenos por 500.000 pesacotes, hacer loteos ilegales, cobrar arriendo amenazando a familias enteras y, amedrentarlos bajo amenaza de muerte a vecinos y familiares, no sólo de la toma, sino que de las villas colindantes con el terreno. En ese sentido, el Tommy Guapetonović los chupeteó por estafa y asociación ilícita y, de paso, los equipos municipales le pasaron la aplanadora a las casandras ilegales donde estaban esos engendros del Mandinga, botándolas de una antes que estos malacates se salieran con la suya. Y no quedó eso ahí nomás, porque ya la Fiscalía los tiene en la mira y, no se descarta que los pillen con las manos en la masa y los manden al chucho, antes de decretarles la PLR y mandarlos al aeropuerto para que tomen el vuelo a su país y, que nunca más regresen a este terruño. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡QUE GANAS DE NO VERTE NUNCA MÁS..., CONCHETUMARE...!!".


 
Con esto, queda claro que el déficit habitacional es una triste realidad, así como también la inmigración descontrolada y la inseguridad que hoy se vive, no sólo en el Gran Santiago, sino que también en las ciudades más importantes de esta Copia Infeliz del Edén. Por eso, la Operación Santa Patricia recomienda a toda la barra pop, a que en caso de que quede la escoba en Chago City, no la piense dos veces y, se vayan a pueblos más tranquilos dentro de la Región Metropolitana (Tiltil, San José de Maipo, Pirque, Curacaví, María Pinto, Melipilla, San Pedro, Alhué, Peñaflor, El Monte, Talagante, Isla de Maipo, Calera de Tango, Buin y Paine), o a regiones, pero a comunas más tranquilas. Lo decimos por la salud mental de todos. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡KÍMBARA-KIMBARA KIMBA-KIMBAMBÁ (¡KÍMBARA-KIMBARA KIMBA-KIMBAMBÁ)...!!".




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