sábado, 26 de febrero de 2022

OPERACIÓN SANTA PATRICIA 5.0, LA PANDEMIA INFORMATIVA (603° PARTE): EL CHUNCHO SE FUE A PIQUE (2)


  Con un nuevo sufrimiento de La Magia Azul, vamos a seguir entubando a los que se las dan de mandamases de los clubes en esta Operación Santa Patricia, que continúa con toda la chimuchina sobre la crisis de los chunchos.
  Doce partidos sin ganar, ha sido la funesta cosecha del Chuncho en la última etapa del Campeonato 2021 hasta el mentado partido con Unión La Calera. De estos doce partidos, ha sacado apenas tres miserables empates (con Antofagasta 2-2 en Rancagua, con O'Higgins 0-0 en Valparaíso y con Cobresal 0-0 en El Salvador) y ha perdido en otras nueve ocasiones (con Colo-Colo por 1-3 en Rancagua, con Santiago Wanderers por 1-2 en Valparaíso, con Audax Italiano por 0-1 en Rancagua, con Everton por 0-1 en Viña del Mar, con Palestino por 0-1 en Rancagua, con Deportes Melipilla por 0-3 en Quillota, con Curicó Unido por 1-2 en Rancagua, con Ñublense por 0-1 en Chillán y, con Universidad Católica por 0-1 en Las Condes), lo que le daba una horrible cosecha de 3 puntos de 36 posibles. De estos doce duelos, nos vamos a quedar con dos de ellos.
  Tras su gustazo ante los baisanos en Rancagua (gol de Bryan Carrasco en los 90+1'), tenían que enfrentarse a Deportes Melipilla en la pastosa artificial del estadio "Lucio Fariña Fernández" en Quillota, lugar donde los azules aún no se olvidan de aquel martirio que Unión La Calera les dio en 2018 (6-1) y que sirvió de antesala para que se llevaran una humillante paliza del Cruzeiro en Belo Horizonte por 7-0 tres días después. Así fue que, a los chunchitos les duró 15 el dominio de la pelota y, los "Potros" aprovecharon con su rapidez e inteligencia los horrores defensivos azules. Ya a los 34', un saque del arquero Nicolás Peranić encontró embalado a Cristián "Speedy" Zavala que jubiló a Osvaldo González y fusiló al asopado de Fernando De Paul. A los 51', Zavala se saca con chancho al hombro a los dormidos defensores del Chuncho que se cagaron entero con el centro y, Gonzalo Sosa aprovecha la liquidación de temporada para marcar la segunda diana melipillana. Y para rematar en los 81', Mathias Vidangossy se hace un parque de diversiones con los asopados defensores bullangueros, jubiló a Osvaldo González con un tremendo túnel que jamás se va a olvidar en su vida y, con el arquero desparramado, selló el desangramiento plumífero que no iba a terminar con el pitazo final, ya que empezó la invasión de hinchas "embarazados" que entraron a apretar a sus propios jugadores. Ahí fue que uno de ellos le arrebató un zapato a Franco Lobos y se lo tiró en la cara, mientras que otro piño de flaitongos se las emprendió contra Gonzalo Espinoza y le aforraron un charchazo que lo mandó volando a Villa Alemana. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡SI TE AGARRO CON OTRO TE MATO, TE DOY UNA PALIZA Y DESPUÉS ME ESCAPO AYAYAY...!!".

  Pero a la semana siguiente, la historia de costalazos de los bullangueros se repite en Rancagua, porque el rival de turno era Curicó Unido, equipo que también se jugaba mucho en la lucha por evitar la Promoción o la caída a la 🅱️. El primer tiempo fue un duelo en donde la impericia de los laicos chocaba con la resistencia tortera, ya que si bien ellos estaban siendo dominados en la pastosa, lo único que los salvaba era el empate. Pero la historia se empezaría a escribir en la segunda mitad del cotelé, donde pasaría lo que finalmente pasó.
  A los 56', Joaquín Larrivey desató la locura en los más de 4.500 fanáticos bullangueros que se desahogaban de tanto sufrir y envenarse con el juego callampa de su equipo. Sin embargo, corrían los 62' cuando apareció por partida doble la inexorable "ley del ex", porque Yerson Opazo (formado en la U) se sacó fácil por la banda momia a los centrales y al lateral comunacho de los azules, hizo el centro de la muerte y otro ex azul, Yerko Leiva, vacuna al "Tuto" De Paul con un chimbazo que lo dejó con ataque zorricuático, igualando el partido y haciendo revivir los fantasmas en los universitarios laicos que no podían creer lo que estaba pasando. La desesperación de los jugadores azules y, las malas decisiones de Esteban Valencia en la banca, fueron una constante no sólo en éste, sino que en los anteriores partidos, lo que desencadenaría en un completo desorden en la cancha; mientras que Damián Muñoz, técnico del "Curi", supo leer el libreto que su colega no pudo leer. Teas un córner servido por Yerko Leiva en el minuto 75, un testarazo de Felipe Fritz batió la cornetóide resistencia defensiva de los azules, los cuales se quedaron en Puesto Bajo junto al asopado de Fernando De Paul que andaba con manos de mantequilla y, provocando un silencio sepulcral en el Estadio El Teniente. De ahí en más, los curicanos ganaban el partido y manejaron a su antojo el resultado, mientras que los azules ya no tenían armas para superar sus peores limitaciones que casi lo mandarán al descenso.
  Lo peor estaba por venir, el desastre estaba encima y, las amenazas de los más recalcitrantes hacia los jugadores, podían ocurrir al final de la mocha entre azules y torteros. Y así ocurrió, porque el cotelé terminó con derrota de la U por 1-2 ante Curicó Unido y, a sólo 15 segundos del pitazo final, comienza una invasión de hinchas a la cancha que parte con un grupete agarrándose a Pablo Aránguiz y, otro que se las emprendió contra Thomas Rodríguez, desatándose una batalla campal que también involucró a Fernando De Paul, a quien incluso le hurtaron la jineta de capitán. Otro grupete se abrazó con el "Huevo" Valencia y, otros péndex se fotografiaron al lado de Joaquín Larrivey para hacerse los lindos y andar aplaudiendo con guagua y todo las fechorías de los bellacos que cumplieron con su amenaza. Peor aún, los weones pasados a natre y excremento, rompieron los asientos del estadio rancagüino y, más de alguno fue agarrado de los coquimbanos para ser apaleados a lumazo limpio y ser llevados a la capacha por Ley de Violencia en los Estadios. Lo más triste de todo esto, es que habían niños llorando en las tribunas, no sólo por el resultado, sino por los hechos vergonzosos que protagonizaron un grupete de 250 desadaptados sociales que se creen hinchas del equipo que juran amor eterno, pero que simplemente van a dejar la mansaca en los estadios y hacer que muchas familias no puedan ver un partido de fútbol como corresponde, e incluso, estas mismas familias no puedan regresar nunca más a los estadios. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡SI TE AGARRO CON OTRO TE MATO, TE DOY UNA PALIZA Y DESPUÉS ME ESCAPO AYAYAY...!!".

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