viernes, 24 de junio de 2016

DE LA MASACRE DE SANTA CLARA, A LA TORMENTA EN CHICAGO


  Y la Roja no deja de ser tema en el Copete Centenario. Claro, si los ecos de la Masacre de Santa Clara aún no se apagan, porque los mexicanotes tras la tremenda guaraca que se comieron ante Chilito, se llevaron las burlas de la cadena Univisión, que los subió al columpio sin chistar y los dieron hasta por extraviados. ¿Cómo?. Hicieron bullyng simulando un servicio de búsqueda, donde metieron al FBI al baile para ver cómo reaccionaban. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡JUGUEMOS EN EL BOSQUE, POR MIENTRAS QUE EL LOBO NO ESTÁ. ¡¿LOBO ESTÁS...??!!".





 Chile aplastó a México

  Entramos entonces a las semis, donde los bifechorizos pusieron en cuatro a los gringos en Houston, gracias a las pepas de Lavezzi (3'), Messi (33') y el "Pipa" Higuaín (49' y 83') y al juego de kindergarten de los anfitriones que se fueron lloriqueando (les faltó irse follados como los mexicanos). Y en Chicago, chilenos y colombianos se enfrentarían en una semifinal que tendrá ribetes cinematográficos tanto en lo deportivo como en lo meteorológico..., porque a esa ciudad iba a llegar un verdadero invitado de piedra que iba a dejar la mansaca en la mocha.
  El Iván Torres de los chicaguenses, empezaba a anunciar con cachativa matemática, que una tormentaza eléctrica iba a dejar la tendalá sobre la "ciudad de los vientos", una rara mezcla de Valdivia con Llay-Llay para nosotros, y que se presentaría el mismo día del cotelé. Dicho y hecho, porque mientras los dos seleccionados permanecían en sus hoteles de concentración, el aguacero empezaba a caer sobre la ciudad más poblada del estado de Illinois junto al Lago Michigan entre las 14 y las 17 horas local (una hora menos que en Chilito); en efecto, ninguna cleta en las calles, las vías del Chicago "L" (Metro de Chicago) empapadas y, los cerca de 57 mil forofos que con lluvia y todo, no querían perderse nada en el Soldier Field. Pekerman y Pizzi ajustando los últimos detalles en los camarines, el salvadoreño Joel Aguilar y sus asistentes viendo el estado de la pastosa, el protocolo de los himnos..., y comienza la contienda señores. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡JUGUEMOS EN EL BOSQUE, POR MIENTRAS QUE EL LOBO NO ESTÁ. ¡¿LOBO ESTÁS...??!!".



 

  Con 55.423 compadrurris presentes en el Soldier Field, todo hacía suponer una mocha más apretada que cinturón de diabético. Pero no pasaron siquiera 7 minutos cuando el "Chapa" Fuenzalida manda a comprar pan al cara de túnel de Fabra por la banda, mete un pulento centro al área chica, el cabeza de piña de Cuadrado que cabecea hacia atrás descolocando a su propia defensa, Ospina que se corre hacia el palo ñurdo, le queda a Aránguiz y el "Príncipe" de Puente Alto que aprovecha el regalito para cruzarle la bola al palo contrario y abrir la cuenta para la Roja. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡AHORA TE VAS, TE VAS, TE VAS, TE VAS, TE VAS, TE VAS, TE VAS... ¡PA' LA BBBBBBBBB...??!!".





  No pasaron siquiera cuatro minutos cuando otra vez el "Chapa" saca a pasear al Ovalle Negrete de Fabra por Chicago para subirlo al CTA, entran al área chica el cabro chico de Tocopilla con el Edu Vargas, Sánchez que deja como lapa a Zapata, remate al palo, Ospina que sale a cazar mariposas y el "Chapa" Fuenzalida que se aprovecha del Puesto Bajo de Murillo para mandarla a guardar y provocar la segunda campanada chilena en el coloco chicaguense y, el julepe cafetero que no quería sufrir las mismas calamidades y miserias de los mexicanos el sábado en la Masacre de Santa Clara. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡COMO PICA LA MACHACA, LA MACHACA COMO PICA, COMO PICA LA MACHACA, LA MACHACA COMO PICA. ¡AY QUE CHACA, CHACA, CHACA CHACA, AY QUE CHACA, CHACA, CHACA CHÁ...!!".





  Desde el 2-0 de la Roja, otros cuatro minutos de dominio chilenurri..., hasta que un planchazo del cafetero Sánchez que se comió rico el saquero, dejó fuera de combate al "Tucu" Hernández que hacía uno de sus mejores partidos, si hasta se cantó la Canción Nacional. Después, los colombianos se dedicaron a machacar, aprovecharon que Pizzi mandó a Pulgarcito a la pastosa y empezaron a soltarse para atosigar a la zaga chilenurri, que se cobijó en Bravo, el cual se mandó cuatro tapadones monumentales que dejaron a los cafetaleros con la tarasca abierta, mientras todos andábamos con el alma en un hilo..., hasta que el saquero se metió el pito a la jeta y los cañueleros se fueron a camarines para el entretiempo. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡JUGUEMOS EN EL BOSQUE, POR MIENTRAS QUE EL LOBO NO ESTÁ. ¡¿LOBO ESTÁS...??!!".



  Pero cuando los relojes marcaron las 19:58 horas local (20:58 hora chilena), las predicciones de un aguacero con tormentas eléctricas se cumplieron, por lo que todos los forofos que estaban en las tribunas, fueron a refugiarse en los entretechos, marquesinas y hasta en el interior del recinto. El tema es que las lluvias, los truenos, los relámpagos, la pastosa que perdió el drenaje y hasta los meteorólogos llegaron a retrasar la reanudación de la mocha, llegando a enfriar a los cañueleros de ambas escuadras. Con las gradas vacías, mi compadre San Isidro dejó a jaguares, cafeteros, sabandihas y hasta a los mismos chicaguenses con el agua hasta el güergüero, a los periodistas tratando de rellenar, a los meteorólogos les llegaron a hacer preguntas capciosas..., mientras acá en Chilito lindo, más de alguien aprovechó la pausa para ir a pegar en la pera en las botillerías. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡¿FUISTE AL BAILE?, SI FUÍ... ¿BAILASTE?, BAILÉ... ¿COMISTE?, COMÍ... ¿CHUPASTE?, CHUPÉ...!!".













  La tormenta que azotaba la ciudad de Chicago, puso a prueba los protocolos y puso en ridículo a los organizadores, puesto que el Comité tenía que haber suspendido la segunda patuleca y no haber esperado que el saquero de la orden, cosa que el inepto se le ocurrió esperar hasta pasadas las 22:30 horas para que la tormenta se fuera por completo del lago Michigan; hasta el alcalde de Chicago se enyegüeció brígido con los organizadores, porque no cumplieron con el límite horario. En los camarines, los cracks de la Roja andaban más aburridos que jornalero viendo las telecebollas de la tarde, se formaban cascadas en las escaleras, los guardias de seguridad andaban como estropajo, los jornaleros y trabajadores del Soldier Field que esperaron que parara la lluvia, comenzaron rapidito a sacar el agua de casi toda la pastosa pasando escobilla por todas partes, si hasta un ayudante de campo se sacó la contumelia en el acto..., hasta que luego de dos eternas horas de espera volvieron a la lucha. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡JUGUEMOS EN EL BOSQUE, POR MIENTRAS QUE EL LOBO NO ESTÁ. ¡¿LOBO ESTÁS...??!!".









  Reanudada la contienda, Colombia empezaba a dominar sin contrapeso, tanto así que Jarita le comete un penal a James Rodríguez que el saquero no cobró. Y Chile empezaba a aplicarse en la pastosa que andaba muy rápida para después dominar la de cuero. Pasó que luego de ese penal no cobrado, los cafeteros perdieron los estribos y por una torpeza de Carlos Sánchez, quedaron con un pelotero menos y hasta un defensor le comete penal a Alexis que el saquero también se lo come. Esa onda.
  Antes de terminar la mocha, dos hinchas cafeteros no aguantaron que su seleccion jugara como el ajo ante la Roja y guatearan con tormenta y todo, para meterse a la cancholia y apretar a sus ídolos. En eso, los guardias tuvieron ojo de lince para agarrar a los pasteles y pescarlos para llevárselos a la capacha por revoltosos. Y al final, la mocha terminó con las dos pepas del primer tiempo, suficientes para que la Roja este domingo se enfrente a los argentos en East Rutherford, una nueva final, como la que ganamos el año pasado. Sí señores. ¿Por qué no repetir la gracia y ganar la Centenario?. Ojalá la Roja juegue con toda la concentración del mundo para ganarle a los bifechorizos y, si les ganamos, para nosotros será una tremenda fiesta y para ellos, otro fiasco. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡KÍMBARA-KIMBARA KIMBA-KIMBAMBÁ... ¡KÍMBARA-KIMBARA KIMBA-KIMBAMBÁ...!!".



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