sábado, 17 de noviembre de 2007

EL DÍA EN QUE LA PATTY NAVIA LE DEBÍA PLATA AL MAX.

El Max estaba muy afligido la tarde del 9 de Julio Monumental del 2004, y me comentaba que Patricia Navia se corría cada vez que le pagaban su sueldo de Funcionaria. La quilicurana le pedía fiado varias cajetillas de cigarrillos Belmont 10 Ligts, algunos envases de chocolates y demases..., y este Purkuyenino -que lo sabe todo-, se enteró por boca del confitero que la deuda ascendía a cerca de los $20.000 por ese concepto.
Así partió la improvisada carrera de este saiyayín de San Bernardo, que finalmente se prepara para cobrarle a la Patty lo que le adeudaba al Max. La Portería era el escenario perfecto para el cobro a una funcionaria que estaba en Dicom, pues le debía plata hasta al Fisco. En eso llega la Navia, es tocada por este metrosexual, y reacciona diciendo:

"¡Ya, córtela...!!".

Luego, este pechito le toma el pelo, la Patty vuelve a reaccionar, y aparece este discípulo directo de Dania Jorquera que le dice:

"¡Patty, Patty, Patty, primero aprende a pagar, aprende a pagar...¡¡Le debes veinte mil pesos al Max...!!!".

Delante de alumnos, profesores y funcionarios, la Patty Navia quedó parada y comenzó a retirarse llorando de vergüenza de la mole, le corrían las lágrimas entre la fachada y la confitería, hasta que el Max le preguntó:

¿Qué te pasó, Patty...?.

La Patty Navia le respondió llorando a moco tendido:

¡Me quiero puro morir, quiero puro quebrarle los lentes al Vitoko. ¡¡Lo odio, aguuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu...!!!.

Pero el Max fue muy claro en pararle la máquina a la hija del viejo Navia y de la despampanante Sra. González, con tal de decirle estas palabras:

¡¡Noooo, Patty, no hagas esa estupidez de quebrarle los lentes al Vitoko. Te puedes ir presa por agredir a un discapacitado visual, y te pueden echar de la Facultad...!!".

Así y todo, la quilicurana cruzó el puente Pío Nono sin contener ni una lágrima, a raíz de que este Purkuyenino la dejó en vergüenza delante de todos, porque le debía 20 mil pesos al Max. A la semana siguiente la notifican de su deuda con el Banco Crédito e Inversiónes -que le descuenta 160 mil pesos de su sueldo-, contrae deuda con el Serviu -casi le quitan su casa, por lo que llegó nuevamente a llorar-, y con Servialimend -le bloquearon la tarjeta de colación, quedó tomando bebida del tipo Limón Soda..., y en Puesto Bajo-. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

"¡COMO PICA LA MACHACA, LA MACHACA COMO PICA, COMO PICA LA MACHACA, LA MACHACA COMO PICA. ¡AY QUE CHACA, CHACA, CHACA CHACA, AY QUE CHACA, CHACA, CHACA CHA...!!".



Al final, la parada de carros de este servidor, la hizo pagar lo que debía.

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