martes, 4 de enero de 2022

EL PANTANAZO


  Con el corrido "Hay que chupar" de Los Kuatreros del Sur, comenzaremos a analizar todos los pormenores de una jornada de Año Nuevo de aquellas en Leppelandia, donde toda la parentela lo pasó a todo cachete durante las celebraciones, sea dándose chapuzones en la piscina, sea armando los ingredientes para la última cena del año que se fue, sea haciendo malabares con el generador, sea dándose los abrazos, sea bailando y chupando a más no poder en El Pantano y, un largo etcétera que dejó a machos y hembras con la tarasca más abierta que el hocico de la Paty Maldonado el día que el "Patagón" Borić le dio la tremenda zumba al "Pierre Nodoyuna" Kast.
  A la cita con la gran parranda gran en Los Boldos (entre Huelquén y la Cuesta Chada), estaban el Patriarca de los "leppelandinos", Carlos Leppe junto con su pierna suave Rosalía Reyes (Lía DJ) y el resto del clan encabezado por Paula Leppe con su pierna peluda Marco "Camello" Haddad y sus cabros chicos, Eduardo "Niso" Leppe, la ricitos de oro de Marcela "Coca" Pizarro con su peor es ná, el tímido del José "Máquina" Romero, la súper bacán Ximena Leppe con el rey de la parrilla Cristian "Katán" González y sus tres hijas, la "puñeñau" de la Myriam Cabezas..., y por supuesto, este metrosexual que no pudo virarse al sur por culpa de los frescos de raja que subieron los pasajes a casi 45 mil machacantes. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡QUE SE MUERAN LOS FEOS..., QUE SE MUERAN LOS FEOS... ¡QUE SE MUERAN TODITOS, TODITOS, TODITOS, TODITOS LOS FEOS QUE SE MUERAN...!!".

  La jornada del 31 de Diciembre, comenzaba con un festival de clavados por medio kilo, bombitas simples y guatazos olímpicos en la piscina. En la parrilla y en la cocina, varios otros se las dieron de cocineros y otros de catadores de copetes a plena luz del día (incluso, se tomaron un brebaje rosado llamado "Ramazzotti", que se toma con bebida transparente debido a los 15 grados de alcohol que te podrían dejar borrado de un paraguazo si te lo tomas solo). Sin embargo, un condoro en un generador dejó a varios parroquianos con la luz cortá durante dos horas, donde tuvieron que improvisar hasta con las linternas de los celulares para no pasar a la historia como la celebración de fin de año más funada de la zona. Esa onda.
  Con el generador funcionando, regresó la luz a Leppelandia y, también partió la cena con 23 loquillos brindando, comiendo y haciendo tilt a la cuenta regresiva. Ya con el plasma encendido, el "Niso" Leppe grabó todo el tejemaneje, este colocolino que andaba de ternero anunciando cuánto faltaba para decirle chaolín bombín al 2021, el lote de pitufos que querían puro tirar los voladores, las féminas estaban con ganas de armar el mambo a todo cachete, los galancetes que estaban a un paso de empinar el copete... Y ya a las 23:59 horas, se vino lo mejor, donde todos los conchalepas-conchalepas ya gritaban los segundos finales. Y fue finalmente este Saiyajin del Transantiago quien animó la previa y los abrazos, para continuar con el papel picado, los abrazos, los champañazos, la parranda, el descuere, la cháchara de los que se dieron el gusto de pelar dé la vida misma y, los preparativos para lo que se vendría luego en el bar El Pantano. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡Y FIESTA Y FIESTA, QUE SIGA LA FIESTA. ¡VAMO' A DARLE FIESTA A ESTA GENTE HASTA QUE AMANEZCA...!!".


  Pasadas las 2 de la madrugada, todo el lote se trasladó al bar El Pantano, donde llegó una patota de torombolos que andaban más secos que el Desierto de Atacama y que, ya estaban con ganas de manyarse una pizza y chupar hasta que les diera hipo. En ese momento, el "Camello" Haddad ya tenía la barra repleta de compipas que querían romper la discoteca antes de caerse al litro, mientras que el pinchadiscos ya le tenía que dejar su puesto a la Lía DJ, que fue presentada por este metrosexual que casi la subió al Olimpo al decirle que es "querida, amada y respetada" y que es de "pocas palabras, pero de mucha acción con las perillas". Tras la presentación de este servidor a la petiza matriarca de Leppelandia, la gallá se prendió de una, mientras que en la barra estaban allí presentes el trío de "puñeñaus" (Paula Leppe, Coca Pizarro y Myriam Cabezas), más varios que se las dieron de reyes del copete, el "Máquina" Romero que andaba de "Señor Segura" para atajar a cualquier pelagato que se ande pasando películas para dárselas de cufifo..., y los demás que andaban ya pirinoleando con sus respectivas parejas en el cotelé. A este pechito, antes que se le echara la yegua, no le quedó otra que tomarse un combinado para ponerse a parrandear con la crespa de la Coca Pizarro, mientras que la Xime Leppe con el "Katán" González, fueron enviados al sobre por Morfeo Navia que los dejó en Puesto Bajo. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡COMO PICA LA MACHACA, LA MACHACA COMO PICA, COMO PICA LA MACHACA, LA MACHACA COMO PICA. ¡AY QUE CHACA CHACA CHACA CHACA, AY QUE CHACA CHACA CHACA CHÁ...!!".


  Mientras toda la barra de pendejos gozaba de lo lindo, el baño de mujeres fue testigo de una situación que rayó en lo rumpístico con tres péndex que andaban arriba de la pelota y que respondían a los nombres de Marcela, Flavio y Sebastián.
  Resulta que la Marcela andaba terrible de borrada, ya que se fue con flor de huiro y seis litros de copete en el cuerpo que la dejaron a merced del cufifo del Flavio, que ya tenía orden de alejamiento del lugar. La chicoca ya estaba que se iba cortina y, en el baño de mujeres, con lo borrada que estaba, no cerró la puerta del templo de la eyaculación, se bajó los tolompas y los matapasiones y, en eso el cufifo del Flavio se las dió de degenerete y entró a agarrarla de un calugazo en la cabeza. Y el Sebastián, que también estaba implorando a Guajardo, ya andaba haciendo pucheritos a moco tendido y, para evitar que la patota de curagüillas se vaya en mala con él, tuvo que buscar protección. Y como el numerito ya estaba hecho, el "Camello" Haddad no se aguantó la sed y agarró al Flavio por jugoso, lo hizo jugar al ula-ula por maricueca, y le aforró una monumental PLR por gil, cochino, depravado y pasado para la punta. ¿Y la Marcela?. La cabra ya quedó con apetito sexual después de lo sucedido en el baño de mujeres, andaba como zombie por toda Leppelandia y se fue como tortuga por todo el Camino Padre Hurtado, con el beso en la cabeza que un weón pasado para la punta le aforró en pleno water y casi en pampa. Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡QUIERO UNA VEZ..., OTRA VEZ..., VARIAS MÁAAAAAAASSS...!!".

  Terminado el jaranazo en El Pantano, con varios cabeza de grifo pidiendo más copetes cuando faltaban 15 minutos para cerrar el boliche y, tras el cierre del cotelé pasadas las ocho de la madrugada, donde se comprobó que El Pantano es una verdadera fábrica de curados que se lo gozan como mandriles, en la barra, al aire libre, en las perillas y hasta en el water. Y para que los reyes de la mamadera larga no se vayan como zombies a sus palacetes y terminen con el ojo morandé después de tanto chupar, se van a lanzar a la piscina para remojarse el güergüero, el picoloro, el queque, el tambembe, el que te conté y el "ya tú sabes". Y el coro monumental lo canta así, así, así, así, así...

 "¡QUE CHUPE QUE CHUPE QUE CHUPE LUPE, QUE CHUPE QUE CHUPE QUE CHUPE LUPE, QUE CHUPE QUE CHUPE QUE CHUPE LUPE, QUE CHUPE QUE CHUPE QUE CHUPE MÁAAAAASSS...!!".



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