La situación indignó a quienes viven y trabajan en el sector, ya que el nuevo nombre apareció el fin de semana y han tenido que lidiar con confusiones y consultas de turistas que los agarran para el chuleteo. Pero como si eso fuera poco en la misma avenida "rancia", en su intersección con calle Independencia, borraron el nombre reemplazándolo por "Tábatha". "Debe haber sido un enamorado que quiso poner el nombre de su guacha e inmortalizarla", teorizó entre risas uno de los transeúntes que miraba la señalética profanada.
El hecho no reviste ningún chiste para la Muni. Al contrario, el director de operaciones, Ricardo Valdés se enojó. Dijo que la ciudad no se merece estos actos de incultura considerando todo el trabajo turístico que se ha hecho para potenciarla.
"Esto es una cosa grave. Estamos todos los días recibiendo turistas y nos encontramos con este tipo de problemas. Los porteños podemos tomarlo como un chiste, pero para la gente que viene por primera vez y se encuentre con estos nombres no tiene ninguna gracia. Vamos a tomar las medidas necesarias y presentaré la situación ante un comité para analizar el tema", anunció indignado.
Al mismo tiempo hizo un llamado a los chistosos "a que no hagan más daño a la ciudad, pues empaña todo lo que se hace por el patrimonio, aún más en calles emblemáticas".
¡¡Tomen...!!.
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